Tomares es el municipio de Andalucía con mayor número de zonas verdes por habitante, lo que le convierte en un jardín con viviendas. El Parque Olivar del Zaudín con una extensión de 45 hectáreas es el pulmón verde de Tomares, un gran proyecto medioambiental del Ayuntamiento en el que se ha trabajado mucho tiempo y en el que se va a seguir invirtiendo en los próximos años para dotar a Tomares del mejor parque de la provincia de Sevilla.
Zaudín es el nombre histórico atribuido a un núcleo poblacional en la Edad Media que se componía por dos alquerías: Zaudín Alto (aparece en planos realizados en 1628 a instancias del Conde-Duque de Olivares) y Zaudín Bajo (Qaryat As Sudan Aldea de los Negros en árabe) en el antiguo cordel de Triana a Villamanrique de la Condesa. Con el tiempo se convirtió en hacienda olivarera.
Con sus más de 45 hectáreas de extensión, este ecosistema de olivar adehesado puede llegar a convertirse en el pulmón verde del Aljarafe. Se asienta en un entorno natural situado en la cuenca del arroyo Las Fuentes, con un sistema lagunar formado por un total de cuatro lagunas que a su vez cuentan con diversas especies de fauna (aves, principalmente) y flora, lo que supone un gran valor ecológico a conservar.
Su característica principal reside en la poca intervención que se ha realizado dentro del parque hasta la actualidad, manteniéndose prácticamente de manera natural. Además es un lugar de cría y descanso en su migración para muchas aves e incluso lugar de residencia de especies tan características como el mochuelo, el cernícalo primilla o el halcón peregrino.
La vegetación predominante es el olivo (Olea europea) ocupando la práctica totalidad de la extensión de este enclave natural. Además, a lo largo de todo el arroyo se pueden encontrar gran cantidad de especies acuáticas que van cambiando a lo largo de este.
Este ecosistema tiene una gran diversidad de formas de vida, siendo predominante el grupo de las aves con más de 40 especies avistadas (jilguero, verderón, verdecillo, abubilla, busardo ratonero, buitre leonado, gaviota reidora, carbonero, herrerillo, mirlo, pardillo, mosquitero, cetia ruiseñor, ruiseñor, gallineta, pato real, garza real, buitrón, halcón peregrino, cernícalo, mochuelo, autillo, golondrina, avión común, vencejo, garcilla bueyera, garcilla común, cigüeña blanca, águila calzada, milano negro, tórtola turca, alcaudón común, alcaudón real, lechuza blanca, cogujada común, colirrojo tizón, estornino negro, tarabilla común, curruca capirotada, curruca cabecinegra, petirrojo…).
El Olivar del Zaudín tiene una función tampón que minimiza el impacto de las ciudades sobre las comunidades de animales que buscan refugio y alimento en este magnífico enclave que debemos cuidar.